El jueves 6 de noviembre se celebró en la Junta Distrito I la última reunión informativa de “Puertas Abiertas” sobre los “Presupuestos Participativos 2015” a la que acudieron ocho vecinos -incluida una concejala-. Con anterioridad se celebraron sendas reuniones en los Distritos II, IV, V y III con una asistencia total de 70 personas. Este es el balance de asistentes a la invitación que hizo el Alcalde por carta el 14 de octubre de 2014. Por cierto el Alcalde no acudió a ninguna de estas reuniones. Paralelamente se buzoneó un formulario, ciertamente incomprensible para la mayoría de vecinos, para exponer la propuesta. Así entiende el Alcalde que “se acerca la Administración pública a los vecinos”. Para nada se indica cuáles van a ser los pasos siguientes: quién, cómo y dónde se tomaran las decisiones; si éstas serán vinculantes; si habrá un seguimiento vecinal de lo aprobado o ejecutado; sobre qué temas se puede proponer o si el consistorio tiene dinero para ello, por ejemplo.
Porque éste es el meollo de la cuestión si se quiere hablar de unos verdaderos Presupuestos Participativos. Todo lo demás, más bien parece un acto de publicidad -con lo que cuesta a las arcas municipales-, una cortina de humo, un espejismo para tapar lo que ya es evidente: la poca o nula confianza del Equipo de Gobierno por encauzar una verdadera participación ciudadana. Cuando en 2011 la Federación Comarcal de Asociaciones de Vecinos de Alcalá de Henares (FCAVAH), que recordemos que está formada por las asociaciones de vecinos, propusieron en el actual Reglamento de Participación “elaborar un Presupuesto Participativo, como una propuesta innovadora de Cogestión pública y su correspondiente Reglamento”, los Grupos Políticos Municipales en el Pleno de mayo de 2012 sólo aprobaron por consenso la parte primera y obviaron “su correspondiente Reglamento”, pieza fundamental para el buen funcionamiento de un presupuesto participativo: la elaboración de un reglamento elaborado por los propios vecinos.
Entonces si se supiese de qué se está hablando, se conocerían los conceptos básicos de un presupuesto participativo: ¿Qué son? ¿Para qué sirven? ¿Qué aportan? ¿Cómo organizar asambleas ciudadanas en los barrios? ¿Qué criterios adoptar para aprobar las propuestas? ¿Qué comisiones de seguimiento son necesraias? Alcalá de Henares lleva muchos años de retraso en esta materia, hay unas Juntas Municipales de Distrito, que si bien supuso una nueva desconcentración municipal no llegan a tener capacidad jurídica para actuar o decidir mejoras importantes para los barrios. De ahí su estancamiento y nula operatividad que motivó el abandono de los Plenos de Distrito por la mayoría de vocales y posterior concentración en la puerta del Ayuntamiento el pasado 30 de enero. La pregunta es pertinente: ¿Desde 2009 cuántas mociones de las aprobadas en los Distritos se han realizado? Aquí tiene tajo el Equipo de Gobierno.
Además, esta decisión es exclusiva del Alcalde, obviando de hecho algunos órganos ya creados para estimular la participación ciudadana, como los plenos de Junta Municipal de Distrito –
▪ Plenos de la Junta Municipal de Distrito, que, según el art. 50 del Reglamento es quien pondrá en marcha los mecanismos necesarios para que, con cargo al capítulo de inversiones, los Ciudadanos participen en la elaboración de dicho presupuesto, estableciéndose las prioridades e incorporando la decisión ciudadana al anteproyecto de Presupuesto Municipal.
▪ Mesas de Participación Ciudadana, creada en el Pleno Municipal del pasado mes de febrero 2014, aprobada por unanimidad de todos los grupos municipales y formada por representantes de la Federación de AA.VV, Asociaciones de padres y madres de alumnos, Grupos Políticos y otras entidades sociales, para trabajar conjuntamente en la mejora de la participación ciudadana.
▪ Consejos de Participación Ciudadana, en base a la moción presentada por los vocales de las AA.VV y aprobado con los votos favorables de todos menos el de E2000, en los Plenos de Distrito celebrados en Marzo 2014, según establece el Reglamento de Participación y cuya constitución se materializó el 26 de junio 2014.
Por otra parte está la situación financiera negativa y de endeudamiento elevado en el pago a proveedores, que arrastramos desde que en 2010 el Tribunal de Cuentas destapó una deuda de 318 millones de Euros y numerosas irregularidades en la gestión administrativa; que en Marzo de 2012 el gobierno municipal aprobó un I Plan de Ajuste por el que solicitó 95 millones de euros a los Bancos que debía ser devuelto en 10 años, con 2 años de carencia y a un interés del 5,93%; que en junio de 2014 el Equipo de Gobierno aprobó, con rechazo del Pleno Municipal, un II Plan de Ajuste para refinanciar la deuda sin conocer el resultado de la primera ni como se ha cerrado el presupuesto de 2013. Este nuevo Plan de ajuste nos durará hasta 2032 y aumentará los gastos financieros en 53 millones de euros. Que el actual Presupuesto Municipal está prorrogado del 2013 y prácticamente no hay inversiones locales, la estructura orgánica, alcaldía, sueldos, asesores, cargos de confianza, etc.. del Consistorio está sobredimensionada (de aquí no se recorta) y sin embargo los tributos del vecino es de los más elevados de la Comunidad sin que revierta en una mejora de los servicios públicos que recibimos. La Ordenanza Fiscal para 2015 aprobada inicialmente rema en la misma dirección: el contribuyente seguirá pagando los fastos y dispendios anteriores.
En estas circunstancias ¿es creíble la idea del Alcalde de hacer “presupuestos participativos para 2015″? Es decir, así, sin explicar qué son los presupuestos participativos, de forma unilateral y teniendo la ciudad en números rojos. Confiemos al menos que nos informen cuanto antes del resultado de las propuestas que con buena voluntad hayan presentado los ciudadanos y no se queden en un mero mecanismo que se utilice de forma torticera para aprobar el presupuesto Municipal 2015 o para elaborar el programa de algún que otro partido político. Es el tiempo de la democracia con mayúsculas.